En la esfera social las imágenes impuestas por los medios de comunicación, en especial la televisión, a servido para imponer estereotipos a nuestros adolescentes, quienes son los más vulnerables a sentir desprecios o discriminación por las personas que no poseen esos cuerpos que ven por la televisión.
La imagen del cuerpo deseado tanto del género femenino y masculino hacen que las personas pierdan cierta noción de su realidad psicosocial, verse bien no es el problema, el asunto viene cuando pagas un alto precio por ser esa figura que tanto gravita en los medios de comunicación. Hay que fomentar el valor de salud mental en conjunto con la salud física, promoviendo en las personas la aceptación espiritual de quienes en verdad somos.
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